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Neoliberalismo: Hidra que violenta los derechos laborales magisteriales.
Publicado por: Michelle Domínguez en
junio 25, 2019 2571 Visitas
Por Michelle Domínguez Víquez.
«Educad para la convivencia. Educad para adquirir conciencia de la justicia.
Educad en la igualdad para que no se pierda un solo talento por falta de oportunidades». Voltaire.
Como menciona Francisco Salazar en su obra Globalización y política Neoliberal en México (2014), desde el año 1982, en que comenzó a aplicarse la política neoliberal en México, “… el proyecto neoliberal que se tradujo en el abandono del Estado interventor, así como de su responsabilidad social; además, se reemplazó el modelo de industrialización sustitutiva de importaciones (hacia dentro) por la liberalización y desregulación industrial, comercial y financiera (hacia fuera)…”; de esta manera se originaron políticas públicas que derivaron en la aprobación y aplicación de Reformas estructurales durante el gobierno de Enrique Peña Nieto; mismas que afectaron la calidad de vida al precarizar gravemente los servicios públicos, el nivel cultural y económico, afectando a la sociedad mexicana, transgrediendo los Derechos Humanos como: el derecho a una vida sana y de calidad, el derecho a la seguridad social, el derecho a la estabilidad laboral, entre muchos otros; reformas que nos dejan en total estado de indefensión, con efectos negativos en nuestra dinámica diaria en la que nos desenvolvemos.
Esto repercute negativamente en nuestro campo de trabajo, el educativo; ya que, luego de ciertos años de aplicada la Reforma Educativa-laboral peñista, nos enfrentamos actualmente a los estragos desencadenados como consecuencia en nuestro quehacer educativo en las aulas, en los centros de trabajo (escuelas) bajo la dirección de la Secretaria de Educación Pública, que pretende ocultar la realidad que nos alcanzó y nos afecta cotidianamente.
Este neoliberalismo ocasionó, en el Sistema Educativo, que encontremos diversas irregularidades como por ejemplo en la Ciudad De México: Supervisores, denominados como comisionados o por trayectoria escolar, pero son la mano que mece la cuna, respaldados por Directores Operativos como María Esther de la Paz Navarro y Jorge Eduardo Pacheco, ejecutando todas sus artimañas con el apoyo de los departamentos de Jurídico (Áreas de Convivencia Escolar Sana, Pacífica e Inclusiva de las Direcciones Operativas) y el de su cuerpo de abogados, aquellos que sobajan y evidencian a los maestros con la finalidad de ejecutar las acciones de Supervisores y Directivos. Entre estos Supervisores podemos mencionar a los maestros Víctor Jesús, Zona XXVI; Patricia García Hernández, Zona XXII; y Jorge López Zona XXX, que con su actuar dan su anuencia para que los directivos violenten la estabilidad laboral y emocional de los maestros.
Diariamente en las escuelas de nivel básico (no dudo que en otros niveles también se desarrollen) se presentan actos que derivan en consecuencias laborales contra el Magisterio, esto es, que existen Directivos que transgreden constantemente la Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos, La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Ley General de Responsabilidades Administrativas, y el Reglamento de Las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la Secretaria de Educación Pública; directivos que llegaron a partir de un examen de oposición o en su caso, comisionados. El examen de oposición se les dio luz verde para competir por una plaza entre universitarios y normalistas, de universidades privadas o públicas; abriendo las puertas de las escuelas a Directivos sin experiencia frente a grupo, sin experiencia de liderazgo, de organización o gestión educativa; mismos que, dieron el salto de recién egresados de una licenciatura o de un campo laboral completamente diferente al educativo, hacia una Dirección de escuela sin haber pasado por la docencia o las subdirecciones, sin desarrollarse frente a grupo, con nulo conocimiento de la cotidianidad en las aulas.
Directivos, que demuestran su falta de experiencia con la toma de decisiones, que no muestran empatía hacia la realidad de los docentes y hacia los retos a los que nos enfrentamos; siguen la misma línea de trabajo como un fenómeno que se hace cada vez más agresivo hacia los maestros y demás personal. Pareciera que se está generalizando, incluso con directivos de trayectoria; como un mandato que dictan las altas autoridades para reprimir y controlar las acciones de docentes, al pisotear los derechos laborales ahorrando recursos que manejan a su conveniencia.
Entre las acciones de estos directivos encontramos que, actúan de forma arbitraria, cometen maltrato y abuso infantil, acoso y hostigamiento laboral, restringen derechos laborales como días económicos, restringen las constancias de tiempo del ISSSTTE o dependencias del gobierno como las escuelas de educación básica, acostumbran a difamar y calumniar a los maestros al incitar a los padres y alumnos sosteniendo acusaciones sin fundamento, previamente preparándolos para armar y tejer acciones creadas en contubernio con supervisores e incluso con personal administrativo.
Llegan al extremo de coludirse con directivos de contra turno, con el fin de fortalecerse y cerrar bloques, cometiendo acoso y hostigamiento laboral en detrimento de la infancia, adolescencia y juventud mexicana, al retirar a los maestros de sus grupos y dejarlos sin la enseñanza de la asignatura, condicionan los grupos, vulnerando sus derechos por asignarles maestros que no cubren el perfil de la asignatura, o a otros docentes con especialidad o materia que no corresponde a su perfil de egreso o de actualización; por lo que, violentan los Derechos de la Infancia y Adolescencia; como ejemplo de este tipo de directivos que predominan en nivel Secundaria en la CDMX se encuentran: Maestra Carmina López a cargo de la Secundaria 196; Maestra Gabriela Morán, Secundaria 189; Profesora Alicia Regidor, Secundaria 149; Berenice Flores, Antonio Morales y Pedro Armas, Secundaria 260; Héctor Montes, Secundaria 303 y Maestro Javier Lares, Secundaria 128; como prueba del autoritarismo que permea en un porcentaje elevado en escuelas públicas; directivos que levantan Actas Administrativas en contra de los trabajadores; prueba de ello, es la cifra aproximada que da la CNTE, con un estimado de más de 100 Actas Administrativas levantadas en el mes de enero del presente año.
Estos Directores Operativos, Supervisores y Directivos de Secundarias han acumulado en su contra un sin fin de denuncias y quejas por escrito y en audiencias; por autoritarismo, tráfico de influencias, acoso y hostigamiento laboral hacia los trabajadores (docentes y personal), en instancias como: Órgano Interno de Control de La Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (OIC-CDMX), Coordinación Sectorial de Educación Secundaria (CSES), Dirección General de Operación de Servicios Educativos (DEGOSE), Dirección General Adjunta de Recursos Humanos (DGARH), Coordinación de Asuntos Jurídicos de La Autoridad Educativa Federal y Oficina de Transparencia de La Ciudad de México, Direcciones Operativas ahora nombradas Direcciones de Atención Escolar de Secundarias, Unidad de Atención al Maltrato y abuso Sexual Infantil (UAMASI) y Comisión Nacional de Derechos Humanos (CDNH). Instancias que conocen directamente los abusos, pero que hacen caso omiso alargan los procesos, no los resuelven de fondo; dejando sin repercusiones directas o sin sanción a los Directivos; al contrario, parecería que tal omisión es una maniobra de estas autoridades para mantenerse en dichas funciones públicas; son instancias y niveles que representan las cabezas de esta Hidra para violentar los derechos laborales.
Incluso existen quejas en Buzón Escolar, que dentro de su procedimiento y protocolo de aplicación, bajan al nivel de las Direcciones Operativas; es decir, con el mismo personal que tiene prácticas corruptas y que se toman atribuciones y excesos en contra de los profesores; por lo que las acusaciones se declaran improcedentes o sin fundamento, turnadas para investigar al nivel mismo, sujetándose al desprestigio y omisión con la finalidad de respaldar a esas autoridades corruptas; el mismo Jurídico que se encarga de investigar, ratificar y sancionar, es juez y parte; por lo tanto, los maestros quedan en indefensión sujetándose al tráfico de influencias evidente entre estas autoridades. Esta área de jurídico, participa directamente en la elaboración de documentos, sanciones, en el acompañamiento permanente hacia los directivos, e incluso se prestan para amedrentar a los maestros en sus ya tan conocidas y famosas comparecencias, en las que te sientan durante horas para que declares, con preguntas totalmente inducidas, con la finalidad de colocarte en riesgo y que las respuestas te señalen y afecten directamente en tu declaración o bien buscan que te retractes de tus denuncias.
Directivos que no generalizan la norma, otorgan privilegios y vejaciones a ciertos maestros que se someten a ellos y los manipulan en contra de los compañeros, mismos que violentan la Normalidad Mínima; en el que, actúan de forma dolosa y mañosa, originando estrés laboral y otras enfermedades o trastornos ocasionando descontento entre compañeros. Desprestigian y no valoran el trabajo docente realizado durante años, es decir, la trayectoria; limitan a los maestros con filtros y negativas de proyectos pedagógicos, didácticos, creativos y funcionales en pro de la infancia y adolescencia mexicana, atentando contra el interés supremo de los alumnos al evitar que los docentes trabajen con dinamismo y de forma didáctica ¿entonces quiénes violentan los derechos de los alumnos directamente, en el que, por no estar de acuerdo con el maestro le ponen filtros, frenos y violentan constantemente?
Directivos que incitan y dirigen a los padres para levantar denuncias ambiguas por doquier en los Ministerios públicos MP y en la PGJ, incluso, los motivan e informan para acudir a las estancias ya mencionadas, varias de ellas resultando improcedentes por carecer de fundamento, manipuladas y dirigidas, todo en contra del trabajador. Mientras tanto, al docente, al trabajador se le levanta Acta Administrativa porque así lo marca el protocolo de la Guía Operativa para la Organización y Funcionamiento de los Servicios de Educación Inicial, Básica, Especial y Para Adultos de Escuelas Públicas en la Ciudad de México; acción que deja en total vulnerabilidad al señalar a los maestros, puesto que generalmente es acompañada del oficio que los ubica a disposición de personal, sin derecho de réplica inmediata, sin una investigación imparcial de parte de un órgano, o instancia ajena a la SEP; (cabe señalar que UAMASI no es autónomo ni ajeno a la SEP); es decir, primero te juzgo, te retiro y te sanciono, y luego te investigo.
Esto diariamente se refleja en los maestros que recorren diversas instancias para realizar sus denuncias por acoso y hostigamiento laboral, pero en lugar de solucionarles, enfrentan peores momentos, los señalan, los violentan aún más, o derivan en la Instrumentación de Actas Administrativas. Estas mismas autoridades siguen luego de una promesa fallida de transformación o cambio, solamente los mueven de puestos o de nombramientos, finalmente son aquellos que nos dejan en indefensión ya que el sistema está corrompido, manipulado, que deriva en normas y disposiciones autoritarias, contradictorias a las leyes, antihumanas y anti laborales.
Prueba de lo dicho, son las denuncias que cientos de maestros realizamos a diario porque lo vivimos, lo presenciamos y lo sufrimos en nuestras escuelas, mismas que son archivadas luego de un tiempo, y posteriormente desechadas. Es una Hidra y un engrane corrupto que funciona entre Directivos, Supervisores, Jurídico de Operativas, Directores Operativos y demás autoridades, cada uno de ellos funciona gracias a la colusión y omisión que existe entre ellas. Desgraciadamente se visualizan mayores problemas de represión y abuso de autoridad por el empoderamiento de estas figuras educativas.
Por lo anterior, existe un esquema de represión a partir de las denuncias de casos con sesgos de funcionamiento perverso, resulta necesario sustituir a autoridades educativas de cada nivel, que no solucionan y dan largas; así como a Operativos, Supervisores y Directivos con estos antecedentes negativos, ya que se han convertido en un bloque amafiado por el poder.
Existe una necesidad inmediata de modificar el mecanismo en las escuelas, en el que se le reste ese poderío a los Directivos que lo obtuvieron como consecuencia de la Reforma Educativa del sexenio pasado y del actual, encontramos que estos directivos de reciente ingreso, es decir, a partir del 2013 llegan sin una trayectoria formativa académica, en la que escalan sin preparación ni experiencia frente a grupo; fue una contratación masiva por examen; debe ponderarse la experiencia y preparación docente frente a grupo como requisito, se deben modificar los protocolos de actuación en las escuelas, puesto que la mayoría resulta en calumnias y difamaciones, originando injusticia hacia el trabajador. Que también hacia los maestros, a los docentes en formación y a los alumnos y padres de familia se les eduque con conciencia social y justicia, para que eviten involucrarse en situaciones que atenten contra los Derechos laborales y la dignidad humana es decir, Educar para adquirir conciencia de la justicia.
REFERENCIAS:
Globalización y política neoliberal en México. El Cotidiano 2004 20 (126). Francisco Salazar.