Por: Alfonso Torres Hernández.

Luego del desastroso papel que ha jugado la dirigencia nacional y seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en los últimos años es necesario pensar y re-pensar en la transformación del SNTE desde nuevos lugares. Pensarlo desde una nueva estructura y organización. Pensarlo desde prácticas sindicales diferentes. Pensarlo desde nuevos liderazgos. Es decir, la transformación del SNTE es posible si reflexionamos colectivamente el papel corporativo que ha desempeñado a lo largo de su historia y las condiciones laborales en que tiene situado a sus agremiados.

Alfonso Cepeda.

¿Qué desafíos le presenta el nuevo espectro político en México al SNTE? ¿Hacia dónde debe transitar el sindicalismo educativo? Evidentemente que la cultura política construida en México durante décadas ya no responde a las exigencias y pensamiento de la sociedad actual. Y de ello, el SNTE debe estar consciente. Las prácticas sindicales que un día le fueron funcionales para su “acomodo” político, hoy ya no lo son. Su papel corporativo debe desaparecer. La educación busca nuevos caminos para construir una nueva ciudadanía y el SNTE debe acompañarla desde una cultura diferente y progresista.

El SNTE debe reconocer que el modelo sindical en el cual se ha sostenido por años, está agotado. La corrupción y el corporativismo ya no tienen lugar. Los maestros y demás trabajadores de la educación están cansados de cohabitar día a día con prácticas sindicales que vulneran sus derechos. Privilegios a quienes son empáticos con la dirigencia sindical y obstáculos a quienes no lo son. O más aún, que vean cómo utilizan el potencial y recursos sindicales para fines políticos y se olvidan de la defensa de los derechos y de la mejora de condiciones laborales. Los beneficios entonces, sólo se ven reflejados para unos cuantos, generalmente para los dirigentes sindicales y sus familiares y amigos.

Una de las cuestiones que el SNTE dejo en el olvido, fue la mejora salarial de sus agremiados. Bajo la lógica de las políticas neoliberales, caracterizadas por la competitividad y productividad, el salario de los maestros y demás trabajadores de la educación fue decayendo y perdiendo poder adquisitivo. Basta mirar el Portal Nomina Transparente que la Secretaría de la Función Pública (SFP) puso a disposición, para reconocer los bajos salarios que percibe la gran mayoría de los agremiados al SNTE. En el marco de la lógica neoliberal, se nos hizo creer que si no éramos “idóneos” o “destacados” no era posible acceder a mejores salarios, aun cuando el trabajo fuera el mismo y en condiciones poco favorables.

Transformar al SNTE, me queda claro, implica reflexión y acción colectiva. No podemos ser pasivos ni indiferentes ante las embestidas de los grupos charriles de antaño que buscan el retorno al poder bajo la bandera y el discurso hueco de una democracia poco creíble en sus personas. No podemos ser pasivos ni indiferentes ante la dirigencia actual que bajo el disfraz de la defensa de derechos y falsa “unidad” pregonan empatía con la política gubernamental que por años criticaron y denostaron. No podemos ser pasivos ni indiferentes ante las expresiones disidentes de la CNTE que por años han luchado contra el sistema corrupto del SNTE y las políticas neoliberales. Son momentos de decisión y los agremiados al SNTE debemos pensar y participar activamente en la construcción de un nuevo papel del SNTE en la política social, económica y educativa.

Transformar al SNTE, implica pensar en un proyecto sindical diferente y progresista antes que pensar en líderes. La emergencia de nuevos liderazgos se dará en la medida en que el proyecto avance, en que las condiciones laborales se mejoren. En síntesis, transformar al SNTE requiere de erradicar una cultura sindical cerrada y agotada, necesitamos un sindicato abierto, plural, incluyente, democrático, con un proyecto progresista y una dirigencia honesta y visionaria cuya misión única sea la mejora de las condiciones laborales de sus representados.

Nota publicada en Milenio (01/05/2019).

https://www.milenio.com/opinion/alfonso-torres-hernandez/apuntes-pedagogicos/transformar-al-snte

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