Por: Verónica Miranda Celis*.

Hace unos días me compartieron otra, en la que se resume en lo siguiente:

El deportista tamaulipeco Juan Daniel Rodríguez Mascorro ganó su tercera medalla de oro, al romper su récord en la prueba de 200 metros planos con un tiempo de 29:39 segundos, en el «Campeonato Mundial de Atletismo para Personas con Síndrome de Down» que se realiza en Sudáfrica. Sin embargo, tras el triunfo de este deportista se encuentra un mayor esfuerzo en comparación con sus competidores debido a que no contó con los recursos económicos para poder sustentar sus viáticos debido a que no recibió el apoyo de la instancia correspondiente de nuestro país.

A pesar de que la nota tiene casi un año, he logrado observar que las oportunidades tanto laborales, como académicas para las personas con discapacidad en nuestro país son sumamente escasas. Por ejemplo se implementan ferias de empleo para «Apoyarles», no obstante éstas tienen una temporalidad de dos a tres meses. Lo cual significa que este apoyo es mínimo…  sucede lo mismo con este deportista, se brindó el apoyo pero éste no llevó una constancia del trabajo, lo cual generó un reto mayor para Daniel.

En ese tenor, es importante reflejar como ciudadanos (docentes, padres, alumnos, especialistas, etc) que las distinciones no existen, porque merecemos vivir en un mundo equitativo. Si todos somos diferentes, todos somos un complejo universo.

* Docente en formación de la Licenciatura En Educación Especial.

Lee la nota completa en la siguiente liga: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2015/11/26/tamaulipeco-con-down-gana-tercera-medalla-de-oro

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