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Un equipo democrático: familia-escuela.
Publicado por: Ana Lorenia Willys Duarte en
mayo 12, 2019 2352 Visitas
Por: Ana Lorenia Willys Duarte *
Familia y escuela suelen ser concebidos como dos entidades separadas. En este sentido, en muchas ocasiones las prácticas educativas y los procesos formativos tienden a encaminarse mayormente a la segunda de ellas. Resulta importante reflexionar entorno al tipo de relación que se ha establecido entre ambas, e incluso si se ha establecido una verdadera vinculación, volteando la mirada a la fundamental tarea de las familias en el proceso educativo.
Por un lado, se suele fomentar una relación orientada a educar a los padres de familia, acción dirigida por la escuela. Es así que las escuelas buscan instruir a los padres con respecto a su rol, apoyo en casa a sus hijos e incluso abordando el tema de la crianza, por ejemplo, con programas como escuela para padres. En contraparte, se encuentra aquella relación que busca de que la interacción entre padres de familia y escuela se establezca bajo posturas más democráticas, en donde ambas partes participen y propongan desde un mismo nivel. Siempre se dice que es importante que las familias participen, pero como escuela se suele hacer muchos juicios, tachándolos de irresponsables por no ir a una jornada de limpieza por ejemplo, además de fiscalizarlos y quererlos ‘’formar’’ con escuela para padres.
Para empezar, el colectivo podrá considerarse como un grupo de profesionistas que conocen y dominan los enfoques curriculares, planifican clases y llevan un seguimiento sistemático de logros y dificultades de los alumnos. Pero es fundamental reconocer todo lo que las familias pueden aportar con base en sus experiencias y conocimientos, desde la formación de una familia hasta su propia experiencia en la crianza de sus hijos.
De esta manera, surge la propuesta de implementar el planteamiento colaborativo propuesto por Kemmis con la Investigación acción crítica participativa (IACP), la cual se basa en un modelo participativo con base en metodologías democráticas.
De acuerdo a Kemmis, planificar familia-escuela bajo la Investigación Acción Crítica Participativa, comprende el reconocimiento, la planeación, la puesta en práctica del plan y la reflexión. El primer momento consiste en abrir un espacio de comunicación estableciendo esferas públicas propiciando el diálogo para identificar el punto común en la relación y cómo establecerla. La planeación se refiere al cambio de prácticas, así como la creación de un plan de cambio por medio de un razonamiento colectivo, el cual se elabora de manera conjunta y, en este caso, centrándolo en el punto de interés común: los alumnos. Por su parte, la puesta en práctica supone observar el producto y dar un seguimiento apropiado por parte de ambas partes. De esta manera, el proceso se encamina hacia la reflexión del producto logrado.
El enfoque de la relación democrática familia-escuela representa una propuesta de intervención a implementar incluso desde la etapa formativa de los futuros docentes, con el objetivo de que, desde este momento, comiencen a explorar las posibilidades de colaboración con las familias desde este enfoque en donde ambas partes son importantes y deben ser valoradas.
La propuesta representa un aspecto que transforma la práctica en las escuelas estableciendo un vínculo de colaboración democrática entre escuela y familia y, desde las escuelas normales, una oportunidad de contribuir de manera significativa al perfil de egreso de los estudiantes normalistas, brindando herramientas para vincularse de manera más efectiva con los padres de familia durante su proceso formativo y posteriormente al ser egresados.
Referencias
Kemmis, S. McTaggart, R.; Nixon, R. (2014) The Action Research Planner. Doing Critical Participatory Action Research.
* Docente y Directivo de educación preescolar. Tijuana, Baja California.
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