Carlos Ivan Camarena Ordoñez *

(Primera parte).

La realidad avanza a pasos agigantados, nos exige una sociedad preparada, competente para enfrentar los conflictos de la vida diaria. La globalización requiere gente preparada para ocupar todos esos puestos de trabajo, por lo que las instituciones educativas tienen que adaptarse a ello, con nuevas instituciones y carreras para jóvenes entusiasmados de aprender. Hay que recordar que hace algunos años las escuelas normales eran las únicas encargadas de formar docentes, hoy en día son muchas las universidades que ofrecen licenciaturas relacionadas con la pedagogía, sin embargo ¿Qué sigue distinguiendo a las normales del resto de universidades?

Como estudiante del 6to semestre de la licenciatura en educación primaria, de una escuela normal del norte de México, puedo argumentar que las prácticas docentes han sido un proceso de formación que aparece de inicio a fin de la carrera docente; aunque esto no te garantiza ser el mejor docente, te va acercando y preparando poco a poco en el diferentes contextos a los que te enfrentarás en un futuro, lo que permite reconocer las características y contexto, derivados de la ubicación, zona económica, formas de organización y demás rasgos culturales, por lo que cada escuela es un reto diferente a enfrentar.

Las prácticas profesionales tienen un gran valor para la formación de docentes, ya que representan una etapa articuladora de los trayectos formativos, y de esta manera se construye la labor docente como un compromiso ético y profesional, como una hermosa misión donde el docente debe tomar conciencia de su responsabilidad, debido a que es fundamental para toda la sociedad. Pues creemos que gracias a la educación surgen todos los cambios sociales que se pueden y deben realizar, para la formación de cada persona que conforma la sociedad que compartimos.

En la actualidad egresan muchos licenciados e ingenieros de las instituciones de educación superior que pueden concursar por una plaza docente, pero de acuerdo a las estadísticas del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), los egresados de escuelas normales tienen mucha mejor preparación que sus contrincantes, así como mejores resultados en exámenes de oposición y permanencia. Las prácticas profesionales en los planes de estudio del nivel universitario constituyen un importante referente de formación; sin embargo, las escuelas normales son las únicas instituciones que trabajan el acercamiento hacia la práctica docente como un eje fundamental en la formación profesional.

La importancia de la práctica profesional radica en los beneficios que abonan a la formación del docente desde el momento en que pisamos las instituciones de educación básica y comenzamos a poner en juego todos los conocimientos adquiridos en las aulas de la escuela normal, hasta el momento de vuelta, en donde reflexionamos nuestro propio desempeño a lo largo de la jornada; al respecto, Auxiliadora (2005) afirma:

Las prácticas profesionales tanto como eje curricular y principal nivel de concreción, podrían constituir el vehículo articulador para la reflexión en y durante el proceso de formación a fin de fortalecer la relación teoría práctica; ello significa garantizar la posibilidad de reconstruir teoría desde el campo de la acción, lo cual implica la construcción del conocimiento profesional y facilita la adquisición de competencias para consolidar un docente crítico, reflexivo y autónomo. (p. 60)

 

Para las escuelas normales, las prácticas docentes exigen incorporar a los estudiantes en procesos de investigación para identificar y comprender la multidimensionalidad de la enseñanza y la necesidad de convertirse en investigadores de su propia práctica, a fin de desarrollarse profesionalmente. Para las universidades, la preparación se concentra en los conocimientos recibidos, con mucha o poca práctica, y esto convierte a su realidad, a la que se enfrentarán, en un lugar ajeno, desconocido e incierto.

*Docente en formación. Institución Benemérita y Centenaria Escuela Normal del Estado de Chihuahua.

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