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La desigualdad que no queremos ver
Publicado por: Alberto Sebastián Barragán en
junio 29, 2016 2563 Visitas
El 27 de junio, el Comté Español de la UNICEF, subió a su canal de youtube el video: “¿Qué harías si vieras a una niña de 6 años sola en la calle?” desarrollado para hacer reflexionar al público acerca de la desigualdad. El experimento social busca confrontar los prejuicios de las personas y la dura realidad.
El video tiene cuatro momentos. En la primera mitad, en un lugar público, aparece Anano (la niña de seis años) con una apariencia que denota un estatus socioeconómico reflejado en su apariencia. Es una niña limpia, y por lo tanto bonita y tierna. Después, en el mismo lugar aparece la misma niña, pero caracterizada con cara sucia y ropa desaliñada. Y por supuesto las reacciones son diferentes.
Es importante traer a cuenta una idea de Erving Goffman (2006), cuando menciona la “fachada” de una persona, se refiere a insignias explícitas o implícias, “el vestido, sexo, edad, características raciales, aspecto, porte, pautas del lenguaje y expresiones faciales”, que son muy importantes en la vida cotidiana de todas las personas. En el primer caso del experimento, la niña Anano representa dos extremos que repercuten en quienes la ven, y en sus respuestas diferentes.
En la segunda mitad del video, en un restaurante, vuelve a aparecer la misma niña en sus dos facetas. La apariencia física es un factor determinante para la respuesta que provoca en los demás. La pobreza no es bienvenida. Una niña “presentable” sí puede sentarse en la mesa. Al final del video se presenta la perspectiva de la pequeña actriz al respecto de lo que vivió en las dos representaciones. La realidad es triste. La desigualdad no la queremos ver.
Si trasladamos esto al terreno educativo podemos observar que existen dispositivos que ayudan a homogeneizar esas desigualdades, tales como el uniforme escolar. El trabajo que realizamos en las aulas, tiene que apuntar hacia garantizar la igualdad de derechos y la equidad en oportunidades.
Tenemos mucho por hacer. En forma personal, reflexionar sobre cómo vemos y cómo actuamos frente a la desigualdad. Y como profesores, enseñar a las alumnas y los alumnos, que las diferencias no dependen necesariamente de la voluntad de las personas. Y a partir de nuestras acciones colectivas, podremos agregar granitos de arena para aminorar las desigualdades.
Pobreza en México
Según estimaciones de la Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), a partir de un amplio estudio estadístico, como metodología clara y sólida, en México se ha presentado un incremento de personas con carencias económicas, agrupadas en categorías construidas como: “pobreza” y “pobreza extrema”. Para el caso de pobreza, que se entiende como el estatus económico que condiciona fuertemente el acceso a derechos sociales como: Educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, las cifras han incrementado en los últimos años. (Ver gráfica 1).
Se marca una tendencia hacia escenarios peores. Sin embargo, en el sistema educativo, existen algunas líneas de acción, como políticas de transferencia directa, en donde se provee de recursos económicos a familias para que reduzcan estas desigualdades. Pese a los retos que esto implica, y a los malos manejos de los recursos, como profesores podemos incidir favorablemente en el rompimiento de prejuicios que se desprenden de las apariencias de las personas.
Video
Referencias:
CONEVAL (2014). Medición de la pobreza en México y las entidades federativas 2014. Resumen ejecutivo. Disponible en: http://www.coneval.org.mx/Medicion/Documents/Pobreza%202014_CONEVAL_web.pdf
Goffman, E. (2006, 6ª Reimp.). La presentación de la persona en la vida cotidiana. Argentina: Amorrortu.
UNICEF. Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. https://www.unicef.es/
Artículo publicado originalmente en el blog del autor: albertosebastianbarragan.com.mx
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