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Panorama actual de la Educación Superior Privada en México
Publicado por: Redacción en
febrero 1, 2016 2841 Visitas
Por: José Humberto González Reyes
Licenciado en Sociología por la UNAM. Estudiante de posgrado en el Departamento de Investigaciones Educativas. Cinvestav.
Los primeros indicios formales de instituciones de educación superior privada datan de la época revolucionaria con la aparición de las ‘escuelas libres’. Es así como surge, el 24 de octubre de 1912, la Escuela libre de Derecho; y el 12 de octubre de ese mismo año es fundada la Escuela Libre de Homeopatía. Estas nuevas escuelas nacen del descontento ideológico de varios sectores de la sociedad civil que buscaban obtener independencia educativa ante lo amenazante que veían en el sector político y religioso de la época posterior al porfiriato.
Sin embargo estas instituciones no adquirieron relevancia en el terreno educativo de ese momento por la reducida cantidad de alumnos y maestros que las conformaban, en muchos casos, no contaban ni siquiera con un edificio propio o un espacio con la infraestructura mínima para la enseñanza superior.
Es en 1935 cuando se funda, la que por muchos investigadores y especialistas en campo educativo es considerada la primera universidad privada de México, la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y abre camino a un sector que ha cobrado relevancia en el Sistema Educativo Nacional. Con el crecimiento demográfico en la década de los 70, la demanda de servicios educativos de nivel superior rebasó lo que el sector público podría satisfacer; el primer incremento importante, tanto en número de instituciones como en lo que respecta a la matrícula, se presentaba con la aparición de universidades enfocadas a atender a sectores medios de la sociedad.
Una segunda etapa de expansión se presentó después de la recesión financiera de los años 80, ya con un modelo que privilegiaba el liberalismo económico; las nuevas instituciones de educación superior privada aprovechaban el deterioro del sector público de la educación superior que padecía la reducción en su financiamiento y las nuevas políticas de aseguramiento de calidad.
Esta expansión tuvo como característica el surgimiento de instituciones que carecían de infraestructura mínima para brindar sus servicios educativos y se enfocaban a atender a la población de bajos recursos, principalmente, aquellos que habían sido rechazados del sistema público.
Desde la primera expansión del sector privado de la educación superior, se creó un mecanismo que buscaba establecer los requisitos mínimos para que una institución privada pudiera ofrecer sus servicios: el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE). Anteriormente, existían dos vías para lograr el reconocimiento del estado mexicano: el decreto presidencial, que fue el método al que recurrieron las escuelas libres; y la incorporación de estudios que utilizaron instituciones como la Universidad Autónoma de Guadalajara y la Universidad Iberoamericana. El RVOE ha sido siempre cuestionado por los requisitos que fija para que una institución privada de educación superior ofrezca servicios de enseñanza.
Actualmente, de acuerdo al primer informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, la matrícula que se encuentra inscrita en el sector privado de la educación superior representa el 30.5% del total nacional considerando licenciatura universitaria y posgrado, en Normal Licenciatura representa el 24.8%.
En el presente año la Secretaría de Educación Pública realizó el primer ejercicio para evaluar la calidad de los servicios que prestan las instituciones privadas de educación superior. Los resultados del Ejercicio de Transparencia y Evaluación del Servicio Educativo 2012 se encuentran disponibles en el portal Aseguramiento de la Calidad en Educación Superior. La información presentada ahí es imprecisa, en primera instancia se menciona que el número de instituciones participantes fue de mil 264; en el área destinada a la preguntas frecuentes se publica que “para el año 2012, se invitaron a 1290 instituciones educativas particulares con RVOE federal […] participando voluntariamente un total de 1020 instituciones convocadas, que desearon hacerlo”.
Lo anterior no nos permite establecer una cifra clara sobre el número de instituciones que participaron y las que hicieron caso omiso a la invitación, pues es importante destacar que el envío de la información a la SEP fue de manera voluntaria; la pregunta que resulta obvia es: ¿Qué deberían hacer las autoridades educativas con las instituciones que decidieron no participar en este ejercicio?, la respuesta parece igualmente clara: sanciones.
La evaluación se realizó con base en la información que enviaron las IES particulares sobre matricula, colegiaturas, profesorado, programas acreditados, becas otorgadas, acervos bibliográficos, programas de investigación y vinculación con el sector productivo.
Algunos datos importantes sobre el Ejercicio de Transparencia y Evaluación del Servicio Educativo 2012 fueron publicados en el periódico Reforma en agosto pasado, se establecieron 133 indicadores para evaluar la calidad de los servicios que ofrecen las instituciones privadas, sólo 2% de las instituciones participantes cumplió con la totalidad de los indicadores y son consideradas de alta calidad. Así sólo 749 IES privadas cumple apenas con los requisitos mínimos que establece el RVOE.
Otro dato relevante es que la mayoría de los profesores que laboran en el sector privado de la educación superior son contratados por horas y sólo 14% son de tiempo completo; lo que no habla de las condiciones con las que se enfrentan los académicos que se desempeñan en una de estas instituciones.
Este primer diagnóstico de la calidad de los servicios educativos que ofrecen los planteles privados de educación superior nos obliga nuevamente a cuestionar la efectividad del RVOE y la rigurosidad y pertinencia de los requisitos que establece. Mientras las autoridades educativas deciden no replantear las medidas para otorgar reconocimiento a los programas que ofrecen las IES privadas, aquellas instituciones que operan con los requisitos mínimos de calidad seguirán lucrando con los jóvenes que buscan continuar con su educación.
Referencias
Acosta Silva, A. (2005). La educación superior privada en México. Digital Observatory for Higher Education in Latin America and the Caribbean, IESALC-UNESCO. Disponible en: http://www.ses.unam.mx/curso2008/pdf/Acosta2005.pdf
Del Valle, Sonia. (2013, 12 de agosto). “Cojean” en calidad Universidades. Reforma. pp. 4.
Gobierno de la República. Primer Informe de Gobierno 2012-2013. Anexo Estadístico. Disponible en: http://www.presidencia.gob.mx/informe/
Rodríguez, Gómez R. y Ordorika, Sacristán I. (2011). “The Chameleon’s Agenda: Entrepreneuralization of Private Higher Education in Mexico”. En: Pusser, B.; Ordorika, I.; Marginson S. y Kempner, K. (Eds.). Universities and the Public Sphere. Knowledge creation and state building in the era of globalization. New York: Routledge-Taylor and Francis.
Secretaría de Educación Pública. (2013). Ejercicio de Transparencia y Evaluación del Servicio Educativo 2012. Disponible en: http://www.calidad.sep.gob.mx/index.html